El reciclaje promueve, en definitiva, el cuidado del ambiente y se ha tornado en una acción no solamente beneficiosa, sino extremadamente necesaria: la adecuada gestión de residuos y desechos impacta positivamente al entorno y aparece como un tema prioritario para la gestión privada y pública.
Si bien los efectos son claramente positivos, la cadena de reciclaje esconde realidades con urgencia de ser atendidas: el trabajo de los recicladores de base, sin horario, sin fecha, con una remuneración que muchas veces no alcanza el sueldo básico, es el alma de esta acción noble que beneficia a las ciudades y, en general, al planeta. Según cifras oficiales, el 99 % de estos trabajadores no está afiliado al Seguro Social, además de ejercer su actividad en condiciones precarias y complejas.
Desde junio de 2022, en Guayaquil se han recuperado 1,2 toneladas de residuos reciclables en beneficio de al menos 4 mil recicladores. Y por otro lado, Cuenca es una ciudad ambientalmente responsable, pues siempre ha estado liderando proyectos e iniciativas a favor del cuidado del ambiente, convirtiéndose en un referente nacional: allí, un 52 % de los hogares clasifica los residuos en la fuente, y a escala ciudad se recicla alrededor del 6 % (el 95 % de esta cifra se clasifica gracias al trabajo de recicladores de base).